La incapacidad laboral es una situación que puede afectarnos en cualquier momento de nuestra vida, ya sea debido a un accidente o a una enfermedad. Existen diferentes grados de incapacidad permanente que determinan la capacidad de una persona para trabajar. En este artículo, exploraremos los grados de incapacidad permanente: parcial, total, absoluta y gran invalidez, así como las lesiones permanentes no invalidantes derivadas de un accidente.

¿Qué grados de invalidez existen?

Incapacidad permanente parcial

La incapacidad permanente parcial se refiere a la situación en la que un trabajador ha sufrido una disminución en su capacidad laboral, pero aún puede llevar a cabo algunas actividades laborales. En este caso, la indemnización que recibe el trabajador corresponde a 24 mensualidades de su remuneración.

Incapacidad permanente total

Cuando un trabajador sufre una disminución en su capacidad laboral y no puede llevar a cabo su profesión habitual, se le concede una incapacidad permanente total. En este caso, el trabajador recibirá una pensión correspondiendo al 55% de su salario (que se incrementa cuando cumple los 55 años al 75%). Es compatible con otro trabajo siempre y cuando las tareas fundamentales de este nuevo trabaje no sean similares a las que han dado lugar a su incapacidad permanente total. En este último caso, a partir de los 55 años, no se produce el incremento de ese 20% de la pensión de incapacidad total.

Incapacidad permanente absoluta

La incapacidad permanente absoluta se concede cuando el trabajador no puede desempeñar ninguna actividad laboral debido a una enfermedad o a un accidente. En este caso, la indemnización que recibe el trabajador es igual al 100% de su base reguladora, y podrá solicitar una pensión vitalicia.

Gran invalidez

La gran invalidez es el grado más alto de incapacidad permanente, y se concede cuando el trabajador necesita la asistencia de otra persona para desarrollar las actividades básicas de la vida diaria. En este caso, el trabajador recibirá una indemnización que tiene en cuenta la pérdida de ingresos y los gastos adicionales derivados de su situación.

Lesiones permanentes no invalidantes

Además de los grados de incapacidad permanente, también existen las lesiones permanentes no invalidantes. Estas son lesiones que, si bien no incapacitan al trabajador para desarrollar su actividad laboral, sí generan una merma en su capacidad física o mental. Algunos ejemplos de estas lesiones pueden ser la pérdida de un dedo, la sordera parcial o la visión reducida. Existe un Baremo donde su valoran las indemnizaciones por cada secuela.

Es importante mencionar que tanto los grados de incapacidad permanente como las lesiones permanentes no invalidantes deben ser evaluados por un perito médico para determinar su grado de afectación. Como perito médico en Málaga, puedo intervenir en estas situaciones, elaborando un informe médico pericial que servirá de base para la solicitud de la incapacidad laboral.

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La incapacidad laboral es una situación que puede afectar a cualquier persona en cualquier momento de su vida. Los diferentes grados de incapacidad permanente y las lesiones permanentes no invalidantes determinan la capacidad de una persona para trabajar y pueden tener un impacto significativo en su vida. Si te encuentras en esta situación, es importante que cuentes con el asesoramiento adecuado. Contacta conmigo para que trabajemos en tu caso y encontrarás el apoyo necesario para enfrentar estos desafíos de manera exitosa.

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